Noche blanca/Gau zuria
La noche blanca es una iniciativa cultural creada en París en 2002 y su gran éxito se ha extendido a otras capitales y grandes ciudades europeas a organizar su propia Noche Blanca, inspirándose en el modelo original. Su principal propósito es acercar la creación artística contemporánea a los ciudadanos, en concreto los objetivos son conseguir; gratuidad, vanguardia, ciudadanía y sostenibilidad. Además se fomenta el intercambio de experiencias con el desarrollo de programas conjuntos y la internacionalización de artistas locales mediante el intercambio de propuestas.
La primera noche blanca de Bilbao fue en junio de 2009.
Hace 716 años se fundó la Villa de Bilbao en el enclave fluvial en que el río toma nombre de mujer y se convierte en ría. La noche blanca se celebra cada año en torno a la fecha de junio en que se fundó la Villa y cada edición se propone subrayar el hito que supone un nuevo aniversario en su larga historia. Desde hace concretamente siete años, la capital vizcaína celebra su cumpleaños con una noche blanca, al caer la tarde, la ciudad lucirá sus mejores galas para celebrar su cumpleaños, en el que la luz artificial toma especial protagonismo. Sus organizadores quieren que sea “una hermosa sinfonía de ciudad”. Además de la música y el teatro, tendrán su protagonismo los seres mitológicos de Euskal Herria, “unas esculturas andantes o unos gigantescos animales que pasearán por la noche bilbaina” figuras hiperrealistas de carne y hueso; esculturas que saldrán del Museo de Bellas Artes y que podrás encontrarte en cualquier esquina”. Un trayecto lleno de sorpresas desde el corazón de Bilbao, en el Casco Viejo, hasta el extremo de los barrios de Deusto y Zorroza.
La noche blanca es una oportunidad para pasear y conversar a lo largo de un camino de luz y de sonido, lleno de sugerencias e impresiones.
Una de las actividades que más destacó Josune Ariztondo (directora de la fundación Bilbao 700) por la “interactividad” que puede proporcionar este espectáculo, fue la denominada Kilómetro cero. Irudiak (imágenes), se trata de una pantalla gigante instalada en la fachada del Edificio Ensanche, en el que se podrán proyectar imágenes y fotografías de diferentes espacios de la Noche Blanca enviadas por el público.
En cuanto a los efectos luminosos, merecerán especial atención la Plaza de Federico Moyúa, donde una instalación de lámparas en torno a la fuente iluminará el entorno y se reflejará en los fosteritos. Iluminaciones de Patrice Warrener.
Muy cerca de la plaza, en la Torre Iberdrola, se mezclarán la música y la luz para poder disfrutar de un “milagro visual”. En cuanto a la música, el kiosco de El Arenal será uno de los puntos de referencia, donde “se podrá bailar swing”. La velada en este punto correrá a cargo de Reunión Big Band y Swing UP.
La poesía también tiene su rincón íntimo en el Museo Vasco con la interpretación de Nuria Espert, que recitará versos de Rafael Alberti (escritor español, miembro de la generación del 27), en recuerdo de los recitales que realizó junto al insigne poeta gaditano por toda la geografía española y en diversos países. Y como no podía ser menos, la música también estará presente en la Noche Blanca con las actuaciones que tendrán lugar en la Universidad de Deusto o el Museo Guggenheim y por las calles de Bilbao.
Edificios albergan la Noche Blanca:
- Museo de Bellas Artes
- Museo Vasco
- Museo Marítimo
- Museo Guggenheim
- Universidad de Deusto
- Catedral de Santiago
- Iglesia de San Nicolás
- Palacio Olabarri
- Edificio CRAI
- Teatro Arriaga
- Ayuntamiento
- Palacio Foral
- Plaza Don Federico Moyúa
Los protagonistas de esta noche son los bilbainos y bilbainas que acuden fielmente a esta cita, y todo aquel que se acerque a Bilbao, a disfrutar de este evento, donde destacan las propias infraestructuras y centros culturales de la ciudad.
Ahurea Tivira 